Detectives: «Nick Carter, aquel loco, loco detective», de Oldrich Lipsky

Nick Carter siempre será recordado como el miembro más joven de los Backstreet Boys. En 1993 la banda de estos chicos fue formada por…

[Un momento… Pausa… Me comunican por el pinganillo que el Nick Carter del que hay que hablar no es un chaval que estuvo en una famosa boy-band, sino de otro muy diferente… Mil perdones, queridas cinéfagas, queridos cinéfagos. Tratemos de enmendar este tonto error]

La gente cinéfila sabe muy bien que a veces eso de revisitar una película vista hace muchos años y de la que se tiene un excelente recuerdo puede salir bien, volviendo a sentir ese gustirrinín que nos proporcionó en su momento… Pero también puede salir mal, haciéndonos pensar qué narices fue lo que tanto nos gustó de la obra que se recupera. Bien, pues el caso que ahora nos ocupa, la película checoslovaca Nick Carter, aquel loco, loco detective (Oldrich Lipsky, 1977), para un servidor, se encuentra en el segundo grupo (y muy a mi pesar, ya que cuando esto sucede, uno nota cómo algo se rompe en su interior), aunque también diré que, por supuesto, la película tiene cosas que siguen gustándome. Intentaré enumerar todo esto y alguna cosa más, un poquito más adelante.

Lo primero es lo primero: antes de meterme en harina, tengo que reconocer que no soy lo que se dice precisamente un experto en materia de cine chechosolovaco, más allá de haber visto, quizá, alguna que otra película de esa nacionalidad en algún festival, o algo de la obra de Jan Svankmajer, o conocer al recientemente fallecido Milos Forman (aunque claro, lo que se conoce de éste, básicamente, es toda su obra americana y no lo que realizó en su país de origen, que por otra parte fue muy poco), pero qué duda cabe que acercarse a cinematografías no tan conocidas es siempre algo muy agradecido para la mente cinéfaga.

Bien, pues vamos al lío: ¿Quién es Nick Carter? La respuesta es sencilla: El mayor detective de América. Nació en 1886 (justo un año antes de que el otro mayor detective del mundo, Sherlock Holmes, viera la luz por primera vez) formando parte de las llamadas dime novels americanas, es decir, novelas de diez centavos con las que la gente con poco poder adquisitivo (los pobres, vaya) se entretenía. El personaje tuvo tanto éxito que logró tener publicación propia, prolongándose sus apariciones durante muchas décadas tras diferentes idas y venidas en varios formatos, tales como la típica novela pulp, el cómic, la radio, o lo que a nosotros nos interesa: las películas.

A lo largo de los años, Nick Carter ha conocido varias versiones cinematográficas, siendo quizá las más conocidas las tres realizadas por la Metro Goldwyn Mayer entre 1939 y 1940 con Walter Pidgeon (dos de ellas, por cierto, dirigidas nada menos que por Jacques Tourneur, siendo consideradas muy menores dentro de su filmografía), las  producidas en Francia con Eddie Constantine en los años sesenta, y cómo no, la loquísima Nick Carter, aquel loco, loco detective, realizada como ya he mencionado más arriba, por Oldrich Lipsky en 1977 en Checoslovaquia.

Lipsky es un director que gozó de cierto reconocimiento dentro del género de la comedia, al haber realizado películas como por ejemplo una parodia western, Joe Cola Loca (1964), la original Happy End (toda la película está contada «rebobinando» -1967) o aquella otra que es ¡He matado a Einstein, caballeros! (de 1969, con otra propuesta muy loca, historia de ciencia ficción con viajes en el tiempo para matar a Einstein y así evitar que en el futuro las mujeres, a quienes les ha salido barba tras una catástrofe nuclear, sean estériles). Con antecedentes de este estilo, los cinéfagos ya podremos imaginar que Nick Carter, aquel loco, loco detective, no tendrá precisamente un tono dramático…

La premisa de la película es muy simple: Nick Carter debe acudir desde su América originaria a Praga, donde requieren sus servicios (por aquello de ser «el mayor detective de América») para resolver una misteriosa desaparición. Una vez allí, por supuesto, se encontrará con un mundo completamente desconocido y ajeno a él (al que no tardará en adaptarse gracias a un fiel compañero, el comisario de la ciudad) lleno de peligros, misterios, aliados y viejos enemigos suyos como el villano denominado «el botánico», llamado así por su afición a tratar con plantas exóticas para ejecutar sus temibles planes, llevándolo al extremo en este caso con una planta carnívora que se zampa todo lo que se le ponga por delante (desde perros a personas, cualquier cosa que el malvado villano le proporcione) mientras escucha música clásica (toma ya). La planta en cuestión se llama Adela y de ahí viene el título original de la película, algo así como Adela no ha cenado todavía.

Lo mejor de esta descacharrante película, aunque según se mire también será lo peor, es su estilo paródico. Estamos ante un homenaje al tipo de personajes detectivescos, a sus maneras de resolver casos y acabar con todo tipo de estrafalarios villanos (la escena inicial de la película da buena cuenta de ello). En este sentido recuerda, salvando las distancias, a las películas de la Pantera Rosa y el inspector Clousseau. También se homenajea a todo ese espíritu pulp que siempre rodea este tipo de historias, pero también se ríe precisamente de ello. Es todo tan cochambroso como los aparatos que el propio Nick Carter utiliza para «desfacer entuertos», donde la gran mayoría podrían encajar dentro de la estética steam punk (bicicletas voladoras con hélices, lanzadores de ganchos con artilugios mecánicos…). Y qué decir de ese recorrido turístico que el protagonista realiza junto a su cicerone particular, el comisario: ahí vemos la idiosincrasia del pueblo austríaco, basándose ésta en beber como cosacos, comer salchichas hasta reventar y admirar entre taberna y taberna algún que otro monumento mientras va amaneciendo. En este sentido, no deja títere con cabeza, pero claro, no es que aporte gran cosa a la historia que se nos quiere contar.

Por supuesto, todos los personajes de la historia no van a ser diferentes en ese sentido. El villano, por ejemplo, está caracterizado con un gran mostacho siendo el prototipo perfecto de científico loco, quien no perderá el tiempo en llevarse a quien sea por delante con tal de dar de comer a su gran Adela; sus secuaces, por otra parte, no son menos que él, pues por citar algunos de los más destacados, uno es un enano y el otro es un mastuerzo sin cerebro de esos con la nariz rota, sin olvidarnos de una seductora mujer sin escrúpulos que ayudará al villano para acabar con Nick Carter…

El espíritu folletinesco que representaban las andanzas del Nick Carter original también está presente en cierto modo en la película, aunque precisamente ese espíritu hace que hacia el final se pierda un poco el norte y se acelere todo sobremanera.

Por último, otra de las cosas que cabe mencionar es la banda sonora, muy de los años veinte, ayudando a que nos acordemos de las películas mudas al tener incluso escenas algo aceleradas cuando se escucha ese tipo de música. Por si eso fuera poco, la animación también está presente en el film, ya que hay algún que otro inserto de dibujos animados y de stop-motion, especialmente para ver de qué es capaz la planta carnívora.

En resumen, Nick Carter, aquel loco, loco detective es una película curiosa  (para bien y para mal) en todos los sentidos, que nos cuenta una de las infinitas aventuras vividas por este personaje de forma divertida y sin prejuicios, pero que puede verse lastrada por una variedad de estilos que convierten en su mayor parte un homenaje en una mala parodia (a pesar de que en muchas ocasiones el material original ya fuera en sí mismo una parodia).

4 comentarios en “Detectives: «Nick Carter, aquel loco, loco detective», de Oldrich Lipsky

    1. jajajaja la idea del primer trozo del artículo era precisamente esa, sí 😉 Eso sí, ¿cómo sería una peli de detectives con ese tío de protagonista? Sería la caña… infumable, sí, pero la caña!

      Pues si la ves, a ver qué te parece… Está en youtube en castellano, por cierto. ¡Yo ya no sé qué pensar! Como digo en el artículo, cuando la vi la primera vez hace la tira de años, ME ENCANTÓ… vista ahora, pues eso, no sé qué pensar. Ni idea de si me ha gustado o no. Yo creo que sí por la sinvergonzonería de la propuesta pero desde luego la he bajado del altar en el que la tenía, jajaja.

      PD: «Happy End» también está en youtube con subs en castellano. No sé si habrá más suyas ahí.

  1. Que bueno, Sir Kabe!! 👏👏👏👏
    Me encanta, no conocía a este personaje. Pero lo que cuentas, y las imágenes, sobre todo ese cartel con el bombín revólver, me parecen de lo más curioso. Habrá que buscar.
    Buen finde per tutti!! 😊

    1. Gloria! pues como le he dicho a meitnerio, la peli está en youtube (en castellano, eso sí). Así que si la ves, ya contarás tus impresiones jeje.

      Yo tenía muuuuucho mejor recuerdo de la peli, pero está bien verla porque es todo un puntazo 😉

      Saludines!

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